ELÍSEO

 Aunque muchos de los vampiros más jóvenes consideran la tradición del Elíseo una costumbre engorrosa y anticuada, es una de las más honradas por la Estirpe. Un príncipe puede declarar partes de su dominio como Elíseo, zonas libres de violencia. Es aquí donde acuden muchos vampiros para pasar las noches, debatiendo, politiqueando y dedicándose a la intriga durante horas. También es donde se resuelven los asuntos vampíricos de la ciudad y casi cualquier vampiro tendrá la ocasión de visitarlo, aunque sólo sea para hablar con el príncipe o con un antiguo. Es el terreno de los Vástagos más poderosos, y se espera de los jóvenes que lo tengan presente.
 Se dice que el Elíseo está bajo la "Pax Vampírica", lo que significa que no se permite la violencia de ningún tipo y que es territorio neutral. Aunque los temperamentos pueden encenderse y es posible que se intercambien palabras fuertes, se espera de los rivales que se contengan. Cuando las disculpas no funcionan se muestra la puerta a los transgresores, pidiéndoseles que corrijan su comportamiento. Si las cosas se descontrolan, el príncipe puede castigar a los infractores invocando la Primera Tradición.
 Muchas áreas del Elíseo tienden a ser el escenario de empresas artísticas o intelectuales, como teatros, museos, galerías, universidades y similares. A veces, clubes nocturnos o incluso los refugios de ciertos Vástagos son declarados Elíseo. Se espera de todos los visitantes un mínimo de buenas maneras y una vestimenta adecuada, aunque sólo sea en atención a la Mascarada.
 
Las reglas del Elíseo son sencillas:

No se permite la violencia (muchos príncipes llevan esto un paso más adelante y exigen que nadie lleve armas, para privar de medios rápidos a los temperamentos excitables).

1) Ninguna obra de arte será destruida, bajo pena de Muerte Definitiva. ("Arte" se ha expandido hasta abarcar al artista, haciendo al clan Toreador uno de los mayores partidarios del Elíseo.)

2) El Elíseo es territorio neutral (en relación con la Regla 1; no obstante, lo que ocurra fuera del Elíseo es otra cosa, y el neonato advenedizo que insulte al príncipe en el Elíseo deberá contar con un medio fiable de transporte).

3) La Mascarada sigue vigente (lo que afecta a asuntos como la entrada y la salida, la caza y las discusiones acaloradas).
 

 También se considera una in-corrección presentarse hambriento en el Elíseo. Aunque a veces hay "aperitivos" preparados no siempre ocurre así, y cazar en este territorio puede despertar sospechas. Si alguien lleva un invitado es responsable de su comportamiento.